Tú lector, palpitas de vida y de orgullo y de amor como yo, para ti, pues, estos cantos. WALT WHITMAN
A Manuel, que no supo amasar su anhelo vital
¿Quién soy? ¿Quién he sido?
Cada paso que doy deja su huella
borra o esconde la muda del tiempo
en las hendidas cañadas
en los bosques heridos
y entre el sueño y la realidad
entre lo posible y lo probable
sigo buscando la senda inédita.
Mi corazón está fijo
mirando el horizonte con ojos de sol
silencioso entre presagios
perdido en soledad abierta
por tierras del error de la verdad.
Corriendo el cielo con latidos de tristeza
sorteo fracasos
y escribo versos de llanto
regados con derrotas.
En este vivir imperfecto
de sueños no florecidos
que revolvieron mi infancia
combato al dolor que oprime
y desgarra lágrimas del pecho.
Los labios son la palabra
también el beso
el calor de un cuerpo dulce
y su piel tibia de silencio marino.
Irremediable es la noche
que nace sin luna
que espera sobre mi carne la tumba.
Ahora tiendo la mano a la muerte
que duerme bajo tierra su cansancio
y acallo la adversidad
con un latido de amor.
¡Qué fácil es morir!
Aturdido por la desesperación
recostado en el generoso regazo
de luz nueva de la inocencia
me sobrecoge la audacia
de un instante de rendición.
¿Acaso soy yo? No diré nada.
Como una cuchillada de angustia
la vida se agita
terrible escalofrío que rasga el corazón
y en pedacitos lo disemina
con las hojas del otoño.
La vida es una túnica húmeda
un pedazo de tierra compartida
una prueba de destrucción creadora
que se desgarra en su desnudez inviolada
sin nombre, ni tiempo, ni país.
Hundido en la inmensidad
busco el soplo de la luz
en la mejilla de una flor recogida
en los ojos de la aurora
y de montaña a montaña
sosteniendo el peso de la vida
que nunca se calla
aprendo a resistir en rebelión.
El dolor sale de la espera
mordiendo la desgracia
sufre, llora y se tambalea
estrena sus alas y gime en el aire sin grito
hechizado por la espada solar
que nos ofrece la vida en silencio
y se derrama en el mar.
En este morir sin muerte
que cierra los labios
me necesito y me desaparezco
estoy ausente ya he partido.
Dadme otro llanto de silencio
dadme otra memoria, otros amaneceres
que iluminen la forma íntima del tiempo
en este aliento que florece.
Ahora sé que soy que no estoy solo
bajo el soplo húmedo de las estrellas.
Cuando parece que casi termina
la vida está a punto de comenzar
y es en ese final y comienzo
donde siento que la vida se completa.
Como semilla de una sola voz
miro la tierra y sé que soy la tierra
como gota que grita en la ola
miro el mar y se que soy el mar.
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