Cómo aprender realmente el lenguaje audiovisual

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El uso del vídeo estimula la motivación, contribuye a crear una actitud positiva en el aula y a reducir el comportamiento negativo que disminuye el tiempo de aprendizaje.

Este artículo es una invitación a experimentar con una forma de motivar, captar la atención y desarrollar tu propia creatividad, la de tus hijos y la de tus alumnos. Como todo experimento, este comienza con una pregunta: ¿Cómo aprender y aprovechar eficazmente el potencial expresivo, creativo y comunicativo del lenguaje audiovisual?

Se que a veces nos perdemos en la niebla de las letras. Así que permíteme expresarlo con sencillez y claridad desde el principio. Aprender el lenguaje audiovisual requiere un compromiso personal activo para que cumpla su función motivadora. Este es el objetivo de las sugerencias que hay al final del artículo.

Como verás, se incluyen algunos vídeos que ayudan a entender mejor el texto. Pero, por útiles que puedan resultar los vídeos, ocurre lo mismo que con una lengua: que no se puede aprender sólo escuchándola. Se trata de saber utilizar el vídeo de forma imaginativa y participativa en el aula y fuera de ella, empleando un lenguaje que realmente se aprende haciendo el vídeo.   

Permite desarrollar una actitud crítica

Aquí conocerás de forma breve y condensada una parte del fruto de más de un siglo de esfuerzos para comunicar todo tipo de mensajes audiovisuales. Esfuerzos que han configurado una gramática audiovisual mundialmente aceptada, un lenguaje universal que necesitamos conocer para:

  • Crear vídeos y trasladar nuestro mensaje con eficacia comunicativa.
  • Desvelar el contenido de los mensajes y sus mecanismos persuasivos que emplea la publicidad, la televisión, el cine o los videojuegos y que a través de distintos dispositivos vemos también por Internet. Pero de cuya intención manipuladora no solemos ser conscientes.

A su vez, el aprendizaje del lenguaje audiovisual  permite desarrollar una actitud crítica, tan necesaria hoy ante la multitud de mensajes de los medios audiovisuales. Porque, como decíamos en el artículo sobre el uso del vídeo didáctico, «ninguna de las TIC puede cumplir mejor que el vídeo las funciones didácticas que éste puede realizar. De hecho, el vídeo es el que mejor ejemplifica la convergencia de tecnologías y su aplicación en el ámbito educativo con un planteamiento integrador».

Pero en ningún caso pensamos ni recomendamos que el vídeo se emplee como sustituto de la labor del docente

Tiempo de lectura: 14 minutos

Al principio del descubrimiento de la imagen en movimiento, las breves películas de diecisiete metros que presentaron los hermanos Lumière sólo tenían un plano. Una de ellas, La llegada del tren (1895) la puedes ver en el siguiente  vídeo:

Algunos años después, a medida que descubrían las posibilidades del nuevo lenguaje, la audacia para la creación sin prejuicios de los primeros cineastas les permitió darse cuenta que las imágenes podían ser unidas unas con otras. 

Observaron que con las combinaciones de imágenes se podían comunicar hechos, sentimientos o ideas, como en otros sistemas de comunicación.

Como consecuencia de estas observaciones empezó a desarrollarse el lenguaje audiovisual. El cambio de este desarrollo lo puedes apreciar a continuación, en la secuencia “En la jaula del león” de la película muda The Circus (1928) de Charlie Chaplin.

De éste modo, el lenguaje audiovisual se ha ido gestando a través de la práctica, principalmente mediante la producción de obras de cine y televisión. A lo largo de más de cien años de historia, la narrativa y el lenguaje audiovisual han ido incorporando reglas y códigos comunes. Han ido sumando recursos y convenciones que hoy vemos como normales, aunque  tecnicamente no las percibamos como espectadores. 

2. Aprender el lenguaje audiovisual: Un proceso práctico

☛ El aprendizaje del lenguaje audiovisual es, sobre todo, un proceso práctico: Se aprende haciendo

☛ Se aprende mucho de cine viendo películas, pero no se aprende lo esencial. No se puede aprender una lengua escuchándola solamente ☛ Roman Polanski

   Hay quienes piensan que se puede aprender el lenguaje audiovisual únicamente viendo y analizando las producciones de otros (películas, documentales, informativos, series de televisión, vídeos didácticos,…) o estudiando en la universidad. Sin ninguna duda están equivocados.

La producción audiovisual es, ante todo, un proceso práctico donde es fundamental que intervenga la experiencia personal y ésta no se puede aprender en los libros, ni tampoco se enseña, se vive. Se aprende haciendo. 

Claro que también es cierto que en la gramática audiovisual existe:

  • Una técnica
  • Una estética
  • Unas reglas prácticas que han sido probadas y que conviene tener en cuenta, aunque sólo sea para contravenirlas. 

Una técnica, una estética y unas reglas que sólo se pueden aprender y asimilar realmente en la práctica, durante el proceso de producción audiovisual. Aquí es cuando realmente descubrimos el lenguaje audiovisual, cuando construimos con imágenes y sonidos el mensaje que queremos trasladar al espectador para captar su atención. 

La mejor escuela de cine es el plató ☛ Bernardo Bertolucci

«Aprendí a filmar… filmando» (Alejandro González Iñárritu)*

Por otra parte, estas reglas y técnicas no son leyes invariables, sino que están al servicio de quien las emplea, ya sea utilizándolas de forma artesanal, con oficio o bien de forma experimental y creativa para innovar, infringiéndolas. Unos y otros adaptan las reglas, la técnica y la estética a su punto de vista de la obra audiovisual.

«Conozco cientos de ejemplos que demuestran que uno puede hacer una buena película rompiendo todas las reglas»  (Pedro Almodóvar)**

«El cine tiene sus reglas fundamentales que un gran número de cineastas brillantes ha ido elaborando durante toda su historia. Sin embargo, creo que, en lugar de respetarlas, todo cineasta debe adaptar esas reglas a su forma personal de rodar, lo que suele significar alterarlas o infringirlas». (Takeshi Kitano) **

(*) Del libro Más lecciones de cine, Laurent Tirard. 

(**) Del libro Lecciones de cine, Laurent Tirard.

Todos los directores encuentran una manera de trabajar soslayando las reglas ☛ Woody Allen

Respetar las reglas no garantiza que la película funcione. Sería demasiado fácil ☛ Ethan Cohen

3. Cometer errores, corregirlos y seguir aprendiendo

   La escuela es un lugar, un plató como cualquier otro para realizar un vídeo, donde los alumnos aprenden y cometen errores, los corrigen para seguir aprendiendo y haciendo. El error es algo que hacemos. Se puede ver, leer y oír, incluso tocar y oler. Todos cometemos errores; es nuestra principal fuente de aprendizaje desde que nacemos . Pero existe poca tolerancia hacia el error dentro y fuera de las aulas.

Esta escasez de tolerancia y comprensión hacia el papel del error en el proceso de aprendizaje contribuye a que se pierda la capacidad creativa. También es una de las razones por las que los alumnos hablan poco, se ponen nerviosos, hacen trampas e intentan justificar lo que creen que saben. Y el precio que se paga es elevado.

Sin embargo, equivocarse puede dejar de ser una desgracia. Incluso podemos reducir los errores. La cámara es más tolerante con el error y no lo recrimina, simplemente nos lo muestra y estimula a corregirlo, a intentar hacerlo de nuevo y mejorar. El vídeo se construye mientras se graba plano a plano, para enseñar algo, para comunicar algo. Ya sea realizar entrevistas, reportajes, debates, mesas redondas, etc., con temas curriculares (o no).

Todos cometemos errores, incluso quienes escriben sobre el tema (…) y es precisamente cuando nos consideramos a salvo de cometerlos, cuando en más grave peligro estamos ☛ Neil Postman

  El error no es una desgracia

Y al final, cuando los alumnos unen esos planos para transmitir información, provocar una reflexión o crear una emoción mediante el mensaje que quieren comunicar, el montaje también acaba mostrando los errores que han cometido. Pero el programa de edición, igual que la cámara, lejos de humillar al alumno por las equivocaciones, lo incita a corregir los errores, a aprender de ellos, a reducirlos y a mejorar su capacidad de comprensión.

El error no es una desgracia ni un descrédito. Aceptar los errores, estudiarlos y aprender de ellos convierte el fracaso o la derrota inicial que supone el error en una luz de victoria que ilumina nuestra percepción de lo que hacemos en la vida. 

«Todos cometemos errores, incluso quienes escriben sobre el tema (…) y es precisamente cuando nos consideramos a salvo de cometerlos, cuando en más grave peligro estamos. El hecho de que la reserva de errores –incluyendo los propios– es prácticamente inagotable, debería proporcionar al profesorado cierto sentido de humildad y, de paso, de confianza en que nunca se quedará obsoleto.»

Neil Postman. ‘El fin de la educación’.

    Interacción alumnos, vídeo y docente

Y en todo este proceso en el que se relaciona el vídeo con el contenido curricular, los alumnos encuentran la motivación para aprender, concentran su atención, desarrollan sus capacidades creativas e inventivas y trabajan en equipo. Así se desarrolla la interacción entre alumnos, vídeo y docente.

Porque, como decíamos en el artículo dedicado al uso del vídeo didáctico, «lo que da realmente el valor pedagógico al vídeo no es su duración o su factura técnica, sino el modo en que se explora y trabaja en el aula. Ignorar el cómo realizar la necesaria interacción alumno-vídeo-docente, es condenar al fracaso el uso del audiovisual como elemento pedagógico motivador»

4. ¿Es difícil y complicado realizar un vídeo?

  Quizá estés pensando entonces que grabar una obra audiovisual y hacerlo mínimamente bien, puede resultar difícil y complicado. La respuesta te la va a dar Néstor Almendros, uno de los grandes directores de fotografía, en su libro Días de una cámara:

«Cualquiera con un mínimo de conocimientos de composición, de narración, puede filmar algo que resulte aceptable. Y no puede decirse lo mismo de otras artes. Indudablemente, el medio cinematográfico ayuda, es agradecido.

Uno de los peligros del cine radica precisamente en su facilidad. Todo tiende a ser más bonito visto a través del objetivo, y muchas veces hay que volverle la espalda a la estética. Esto resulta particularmente obvio en las películas sobre la pobreza, la fealdad, donde las cosas, en contra de lo deseado, aparecen demasiado hermosas».

Lo principal es saber lo que quieres mostrar y cómo mostrarlo mediante el lenguaje audiovisual. Disponer incluso de pocos medios no es un obstáculo para crear un contenido audiovisual con una determinada calidad. Esto lo puedes ver en el cortometraje Détour de Michel Gondry, grabado con un teléfono móvil.

    La tecnología: herramienta al servicio de quienes la emplean

«A todo el mundo le trae sin cuidado los errores técnicos siempre y cuando la película cuente una historia interesante, con un punto de vista sincero. Por eso mi consejo a cualquiera que desee hacer una película es hacerla, aunque no sepan cómo. Aprenderán al hacerla, de la manera más natural y vibrante posible. Lo fundamental, por supuesto, es tener algo que decir» (Pedro Almodóvar)**

La digitalización ha permitido que las cámaras, los sistemas de edición empleados en el montaje y los efectos especiales sean más sofisticados, más baratos y más accesibles a la gente. Sin embargo, no hay que olvidar que todos estos aparatos y su tecnología no son más que simples herramientas al servicio de quienes las emplean, de sus conocimientos, talento, capacidad de imaginación y madurez reflexiva.

¿Por qué la escuela va a ser diferente? ¿Por qué un vídeo no puede ser la expresión del talento, imaginación y creatividad de alumnos y profesores?

Sólo requiere saber lo que se quiere comunicar y conocer al menos, las reglas básicas del lenguaje audiovisual que nos permita planificar y realizar la producción. 

«Puedes establecer tus propias reglas, y puedes romper todas las reglas que quieras —la gente lo hace todo el tiempo—, pero creo que, antes de hacerlo, necesitas entender la gramática básica. Las reglas te proporcionan un patrón, una referencia, de la que puedes partir para crear luego algo original» (Sydney Pollack)**

Se trata, por tanto, de enseñar a la gente joven esta poderosa herramienta. De aprender cómo las ideas y las emociones son expresadas de forma audiovisual en un vídeo para trasladarlas a la gente. (Puedes ampliar información y acceder a otros vídeos en el Centro de Recursos).

(**) Del libro Lecciones de cine, Laurent Tirard.

5. Unidades del lenguaje audiovisual

  Para escribir con cierta corrección necesitamos conocer las palabras, sus significados, la gramática del lenguaje literario, la manera de construir las frases, etc. Pues del mismo modo, para poder expresarnos mediante un vídeo debemos conocer las herramientas propias del lenguaje audiovisual.

La gramática audiovisual tiene dos dimensiones:

  • La visual (imágenes en movimiento, dibujos,  fotografías, …)
  • La auditiva (voces, sonido ambiente, música, efectos,…).

Cada una de estas dimensiones la percibimos por dos sentidos muy diferentes: la vista y el oído.

Mediante la estructura que damos a esas imágenes y sonidos, las dotamos de significado junto con los aspectos estéticos y los elementos que emplearemos en el montaje. Así formamos una unidad con la que podemos comunicar hechos, ideas y despertar emociones y sentimientos en las personas.

    5.1 ¿Cuáles son los elementos narrativos del lenguaje audiovisual?

La narración audiovisual se compone de unidades que permiten estructurarla.

  • El plano: Es la unidad básica del lenguaje audiovisual
  • La escena: Es la unión de distintos planos cuya acción tiene lugar en un mismo espacio y tiempo más o menos continuo.
  • La secuencia: Es la unión de varias escenas. Pero, a diferencia del plano y la escena, la secuencia tiene sentido por sí sola y permite transmitir una información completa dentro del relato audiovisual.
  • Los actos o partes: Están formados por las secuencias y son los que separan claramente las grandes etapas del relato audiovisual.

 Para seguir con el símil del lenguaje literario, podríamos entender que en el lenguaje audiovisual los planos constituyen las palabras de nuestro vocabulario, las escenas son las frases; las secuencias son las oraciones que vamos construyendo dentro de un párrafo para contar la historia; y los actos son los capítulos en los que se divide un escrito.

En lugar del bolígrafo (o un ordenador), para escribir con el lenguaje audiovisual empleamos la cámara y el micrófono. Después estructuramos los planos (y sonidos) mediante el montaje.

    5.2 Gramática audiovisual

La gramática audiovisual la constituyen los distintos tipos de planos, la técnica, la estética y las reglas para grabar. Después juntamos esos planos durante el montaje, convirtiendo las escenas y secuencias de cada una de las partes del guión en una unidad expresiva con un ritmo y una duración determinada.

Es muy útil tener en cuenta estas unidades (plano, escena, secuencia y acto) para aprender a producir un vídeo, ya que nos ayudan a distinguir con mayor claridad la progresión de cada uno de los fragmentos de lo que queremos comunicar.

Se trata de saber hacia «dónde dirigir la cámara, plano a plano, y cómo cada plano va construyendo para hacer ver algo, para enseñar algo que el cineasta quiere que el público comprenda. Puede tratarse de algo puramente físico —un hombre entra en una habitación y se sienta en una silla—, o una cuestión filosófica, o psicológica» (Martin Scorsese)**

El conocimiento básico de la gramática audiovisual también nos permite interpretar, con una mirada crítica, los mensajes y sus mecanismos persuasivos que emplean la publicidad, los informativos, las series de televisión, las películas o los videojuegos. Y gracias a este conocimiento podremos evitar que nos manipulen con las técnicas que utilizan en sus mensajes.

(**) Del libro Lecciones de cine, Laurent Tirard.

6. Los planos

  El acto de “ver” lo que se mira directamente o desde el visor de una cámara está lejos de ser simple. Nuestro juicio y experiencia personal influyen bastante en nuestra forma de ver lo que nos rodea o cómo ordenamos las imágenes grabadas de lo que nos rodea. Prestar atención a uno de los aspectos de la realidad disminuirá o hará desaparecer a los otros de nuestra percepción.

Por eso, al realizar un vídeo debemos obrar con sumo cuidado para fijar con claridad los puntos de atención que deseamos que retenga el espectador mediante la combinación de imágenes y sonidos.

Previamente, debemos decidir qué queremos mostrar y cómo debemos mostrarlo para evitar equívocos. Como tendremos ocasión de ver, una cámara en una posición baja o alta, estática o en movimiento, cambia totalmente la visión y la importancia de los componentes del encuadre.

De ahí la conveniencia de seleccionar la parte de la realidad más adecuada para lo que deseamos mostrar. A esa parte de la realidad con sus variaciones se la llama «plano».

#Audiovisual: En el visor no solamente se selecciona, sino que también se organiza el mundo exterior ☛

    6.1 Primera regla de la gramática audiovisual

 La primera regla de la gramática audiovisual tiene dos aspectos:

  • Grabar sólo lo que luego se pueda montar continuadamente.
  • Prever y dar solución a los problemas de montaje que luego surgirán.

 Para conseguirlo debemos controlar dos cosas:

  • Las distancias (largas o cortas) desde donde grabamos a las personas, animales u objetos en un acontecimiento determinado.
  • Los movimientos de las personas, animales u objetos.

Desde el punto de vista técnico, un plano es la distancia (variable) entre la cámara y la persona, animal u objeto. En función de la distancia se diferencian diversos tipos de planos: Gran Plano General, Plano General, Plano Medio, Plano Americano y Primer Plano.

Pero esta división en la que convencionalmente se emplea la figura humana como referencia (los distintos planos se pueden ver con imágenes en movimiento en el vídeo que hay al final del artículo), es sólo una aproximación y, como tal, no debe limitar sus posibilidades expresivas.

    6.2 Planos largos y planos cortos

A través del plano controlamos un espacio determinado y lo que queremos que se vea dentro de ese espacio. Cada plano produce un efecto:

  • Los planos largos (distancia larga)  muestran el entorno, el conjunto de la acción y la relación con la persona, animal u objeto. Pero no muestran los detalles al espectador.
  •  Los planos cortos (distancia corta): Muestran los detalles y dan énfasis.  Revelan de cerca las acciones (de las personas, animales u objetos) y centran la atención, pero aíslan al espectador y le impiden ver el entorno de la escena y el conjunto de la acción.

    6.3 Se mueven o no se mueven

Los planos también se diferencian por una cuestión muy sencilla: O se mueven o no se mueven. A su vez, los planos  dependen de cuatro elementos:

  1. El objetivo: Hay distintas clases de objetivos con características diferentes. El cambio del objetivo o una alteración del mismo influye en el contenido del plano.
  2. La cámara: Puede colocarse para girar hacia arriba (contrapicado, foto 11 de planos cortos) o hacia abajo (picado, fotos 2, 4  y 6 de planos largos), en panorámica hacia la derecha o hacia la izquierda.
  3. La montura: La cámara se coloca sobre una montura que puede ser el hombro del operador de cámara, un trípode, un pedestal, sobre raíles, una grúa, etc. La montura también puede moverse a derecha, izquierda, lateralmente, hacia arriba, avanzando hacia el sujeto o retrocediendo y alejándose de él.
  4. El sujeto: Puede ser una o varias personas, animales o un objeto animado o inanimado. Si el sujeto es una persona puede que exista más o menos movimiento o que el movimiento esté planificado.

Al final de este artículo hay un vídeo (Amar el cine: El lenguaje cinematográfico) donde se pueden apreciar con imágenes en movimiento los elementos básicos del lenguaje audiovisual. Eso sí, como dice Javier Villamor, dejando a un lado «las cretineces que se imparten en muchas universidades sobre la escala de planos en imagen y el serrín con que llenan la cabeza de muchos estudiantes» sobre el uso narrativo de los planos.   

    6.4 Elección de los planos y duración

Un plano es el espacio de tiempo que dura una imagen desde que empieza la grabación en la cámara hasta que termina. Durante el rodaje un plano puede repetirse y necesitar cierto número de tomas (Ejemplo: Plano Medio de…, Secuencia  4, Escena 2, Toma 3).

A veces de una misma toma pueden surgir varios planos. El plano por sí sólo carece de sentido. Adquiere sentido en su relación con los otros planos que le preceden o le siguen en la estructura del relato audiovisual. Aunque existe una excepción: el plano secuencia. El buen plano secuencia es completo en sí mismo y no necesita montaje ya que se realiza sin cortes. Cuando está bien hecho no se nota y constituye una unidad narrativa. Un ejemplo magistral es el plano secuencia inicial de la película Sed de mal (1958) de Orson Welles.

Los distintos tipos de planos responden a funciones e intenciones expresivas diferentes. Estas funciones varían mucho y según lo que queramos transmitir o contar puede ser más adecuado un plano que otro.

En la búsqueda de la eficacia narrativa, el reportero de informativos o reportajes, por ejemplo, debe captar una imagen lo más amplia del escenario (planos de situación), junto con planos de aproximación (planos medios y primeros planos) para mostrar, desde su punto de vista, los detalles del suceso y de los protagonistas. Aquí conviene precisar que la información audiovisual no refleja la realidad ni puede ser objetiva.

La ordenación posterior de las imágenes en el montaje (que es independiente del orden en que son grabadas) tiene la finalidad de guiar al espectador, paso a paso, en la comprensión y significado del suceso, según la intención del que lo narra.

    6.5 Cada plano implica una doble elección

  • Qué vamos a mostrar en el espacio que encuadramos 
  • Cuánto tiempo va a durar el plano.

No existen reglas rígidas al respecto, aunque la duración del plano debe permitirnos apreciar todos sus componentes. Por ello, normalmente, un plano general durará más tiempo que un plano de detalle que enseña menos componentes. Una imagen más simple también podría durar menos tiempo en pantalla respecto a un encuadre que enseña diversos personajes y objetos.

7. Sugerencias sobre el uso didáctico de este artículo

  Las sugerencias que hay a continuación son a modo de ejemplo, sin prejuzgar otros posibles usos que puedan plantearse madres, padres, alumnos y docentes.

  • Iniciar el aprendizaje del lenguaje audiovisual en el aula como forma de expresión. ¿Cómo? Realizando la producción de diversos vídeos, tantos como grupos se puedan crear en el aula. Tener en cuenta que la realización de un vídeo es un trabajo en equipo.
  • Relacionar los contenidos curriculares con los objetivos de los vídeos en el ámbito local más cercano.  Posibles temas: flora y fauna, arquitectura y urbanismo, monumentos histórico-artísticos, problemas del desarrollo social y económico, folklore, manifestaciones culturales y artísticas, fiestas y costumbres, oficios artesanos, etc. Se trata de aprender a mirar y ver de nuevo lo cercano a través del objetivo de la cámara, pero desde distintos puntos de vista.
  • El centro educativo puede también convertirse en un objetivo de la cámara y servir de instrumento entre alumnos, docentes, madres y padres (incitándoles a una mayor participación en la actividad del centro).
  • Medios técnicos: los que se dispongan. Lo que importa ahora es la motivación y el aprendizaje práctico del lenguaje audiovisual, no la calidad técnica de las imágenes.
  • Ver de nuevo los vídeos de este artículo sin sonido, fijando la atención en el lenguaje de las imágenes.
  • Se pueden emplear las imágenes del artículo con una función evaluativa.
  • Grabar en vídeo diversas actividades escolares dentro y fuera del aula: ejercicios de dicción y entonación en el área de expresión verbal, ejercicios de expresión corporal, de danza, determinados ejercicios en clase de gimnasia, aspectos de los ensayos en una obra de teatro, etc.

Estas grabaciones en vídeo pueden servir para la corrección de movimientos, de gestos, dicción, posturas, forma de desenvolverse,… También pueden cumplir una función de evaluación compartida. Vernos y oírnos como nos ven y nos oyen los demás, nos ayuda a tomar conciencia de nosotros mismos. 

¿Qué te ha parecido el artículo? Continuamos juntos en los comentarios

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Jesús Agustín

Es miembro de Vídeos Educa, donde comparte información y experiencias con todas aquellas personas que entienden la educación como una contribución al desarrollo de seres humanos libres. Trata de ayudar a desarrollar la habilidad y creatividad humanas, a conectar con nuestros talentos, aptitudes naturales e inclinaciones personales. Trata de ti (madre y padre, alumno y docente) y de temas que son importantes en nuestra vida, en la de nuestros hijos, amigos y vecinos, compañeros de trabajo y el planeta en el que vivimos.

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